Todos somos capaces de reconocer una linda sonrisa cuando la vemos. Dientes alineados y perlados suelen ser el estándar universal de la belleza en cuánto a la sonrisa se refiere. En un estudio realizado por la Academia Americana de Cosmética Dental, el 99,7% de las personas cree que la sonrisa es una herramienta social importante y el 75% piensa que una sonrisa poco atractiva podría reducir sus oportunidades de éxito profesional.

Otra estadística revela que el 45% de las personas concuerda que la sonrisa es la característica más atractiva en una persona (cuerpo 10%, cabello 6%, piernas 5%), sin importar su edad. Y si a eso le sumamos que es la expresión con la cual comunicamos nuestras alegrías, entonces merece la pena revisar cuáles son las alternativas con las que contamos hoy en día para hacer de nuestra sonrisa una verdadera llave al éxito.

Uno de los tratamientos de cosmética dental de mayor demanda es el blanqueamiento dental. Y aunque existe una gran gama de cremas dentales "blanqueadoras" en el mercado, no todas son capaces de entregar los resultados que prometen. Esto se debe a que en la mayoría de los casos el blanqueamiento es un procedimiento que requiere de una supervisión profesional adecuada.

Ya sea en casa, con el uso de unas láminas plásticas que se adaptan a los dientes del paciente, o en consultorio, con ayuda de una fuente de luz de poder como un láser, el gel blanqueador que utilizan los odontólogos contiene el porcentaje idóneo de peróxido de carabamida, el químico responsable por el aclaramiento progresivo de los dientes.

Una experiencia común en los pacientes que se realizan blanqueamiento dental es la sensibilidad. Experiencias pasadas o la experiencia de familiares o amigos, puede desanimar a algunas personas a realizarse un blanqueamiento. Aunque la sensibilidad puede presentarse como un efecto colateral, esta es transitoria y puede prevenirse o controlarse con la indicación oportuna de tratamientos desensibilizantes.

Otro tratamiento de alta demanda es el de las carillas de porcelana. Estas son láminas muy delgadas de un material altamente estético llamado porcelana dental, el cual posee prácticamente las mismas características ópticas que el esmalte dental natural. Las carillas son adheridas a la cara frontal del diente, "maquillando" de manera permanente las imperfecciones de la forma (dientes pequeños, gastados, espaciados), color (resistentes al blanqueamiento) o en aquellos casos en que el diente ha sido sometido a restauraciones previas.

Un mito acerca de las carillas de porcelana es que los dientes deben ser severamente desgastados para realizarlas. Gracias a los avances en materiales dentales, que permiten la confección de carillas tan delgadas como 0.3mm, hoy en día es posible confeccionarlas con un mínimo o ningún desgaste del diente.

Sobre cuántas carillas son necesarias para alcanzar el resultado estético deseado, es importante que cada caso sea evaluado por un especialista, es decir, por un odontólogo que haya recibido un extenso entrenamiento sobre estética tanto dental como facial. Un especialista comprende que los dientes no pueden ser tratados independientemente del rostro del paciente, y que para alcanzar resultados de alta estética es importante considerar una serie de parámetros universales. Por ejemplo, la línea media facial idealmente debe ser coincidente con la línea media dental, y en los casos en los que no lo fuera, al menos estas deben ser paralelas. Asimismo, la línea bipupilar (aquella que une el centro de las pupilas) idealmente debe ser paralela al plano frontal de los dientes. Además, la línea que dibujas los bordes inferiores de los dientes superiores debe ser paralela a la línea formada por el labio inferior durante la sonrisa, formando una suave curva agradable.

La ausencia de esta curva, hace que la sonrisa parezca poco agradable. Por otro lado, el tamaño de los dientes debe guardar una proporción satisfactoria, siendo los dientes centrales los más importantes en la sonrisa y teniendo estos una proporción promedio del 80% del ato con respecto al ancho (vale decir que un diente que mide 10mm de alto, idealmente debiera medir 8mm de ancho).

Todo este análisis hoy en día es realizado digitalmente, con la toma de una serie de fotografías tanto del rostro como de los dientes del paciente. Utilizando una serie de herramientas, el odontólogo puede realizar un diseño digital de la sonrisa, personalizando cada caso según las expectativas del paciente. Una ventaja adicional es que el paciente puede hacerse una idea más real de cuál será el resultado de su tratamiento.

¿Y los brackets?¿ Existe algún sistema novedoso que permita alinear los dientes sin utilizar - los comúnmente llamados - fierros? La respuesta es sí. La alternativa a la Ortodoncia convencional son los alineadores invisibles, que no son otra cosa que unas láminas de plástico rígido transparente que progresivamente van llevando los dientes a su posición ideal. 

Con todas estas opciones a nuestra disposición, no hay más excusas para lucir la sonrisa que siempre soñaste!

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